Mariona Picart Luque ganadora provincial del concurso “Carta a una militar española”

El pasado viernes, 3 de mayo, nuestra alumna de 1º de Bachillerato, Mariona Picart Luque, fue galardonada con el primer premio provincial en un emotivo acto celebrado en la Subdelegación de Defensa de Lleida con motivo de su festividad.

El tema del concurso de esta edición ha sido “30 años defendiendo la igualdad” en referencia a las tres décadas de la incorporación de la mujer en las Fuerzas Armadas. Los alumnos debían escribir una carta a una de estas militares anónimas destacando las cualidades que admiraban en ellas como su fuerza, valentía y coraje además de sus logros. Asimismo, debían reflexionar sobre la importancia de la igualdad en nuestro modelo de sociedad actual: plural, moderna y justa.

¡Muchas felicidades, Mariona!

A continuación, podéis leer la carta ganadora:

HACER POSIBLE UN CAMBIO

Dirigido a una mujer militar, miembro de las Fuerzas Armadas.

Frágiles y vulnerables. Dos adjetivos con los cuales se suele describir a las mujeres. Dos palabras que se les han atribuido sin saber por qué. Dos términos que parecen indicar que no se les permite demostrar lo que valen. Si buscásemos en el diccionario estos dos calificativos, estoy segura de que, en ningún caso, aparece junto a ellos la palabra “mujer”. Es, entonces, cuando me pregunto por qué, en tantas ocasiones, se utilizan para identificarlas de esta manera.

Durante siglos, el género femenino ha sido considerado inferior al masculino. Napoleón Bonaparte, Douglas MacArthur, Erwin Rommel, George Patton, Fernando González de Córdoba… Personas ciertamente destacadas. Todos ellos conocidos mundialmente y recordados por sus gestas.

Pero ¿Y si hablamos de Flora Sandes, Grace Hoper, Valentina Tereshkova, Reba Whittle o Mary Ellis? Grandes nombres que han hecho historia, pero, a diferencia de los hombres, no han tenido quizá tanto reconocimiento. Es más, estoy segura de que la mayoría de la población no sabe quiénes son o qué han logrado. Pero en todas se repiten, una y otra vez, valores como: la honestidad, el sacrificio, la superación, la integridad, o la solidaridad entre otros. Mujeres como ellas, y como usted, son las que han abierto camino a las futuras generaciones femeninas, las que han conseguido paso a paso, día a día, que este mundo se convierta en uno mejor: aquel en el que los dos géneros sean tratados como iguales.

Ciertamente, las mujeres nunca lo han tenido fácil. Han tenido que arriesgarse, saltándose, en ocasiones, las normas, desafiando y reivindicando sus derechos para tener una mayor participación en la sociedad y conseguir la tan ansiada igualdad. No hace tanto tiempo, las mujeres no podían trabajar. No hace tanto tiempo, las mujeres debían ocuparse únicamente del cuidado de la casa. No hace tanto tiempo, las mujeres no podían votar, ni siquiera tenían derecho a estudiar. ¿Cómo iban entonces a poder entrar en una academia militar?

La sociedad ha ido evolucionando de ese machismo que la ha dominado durante siglos y que no se lo ha puesto fácil al género femenino. Aún hoy, en el siglo XXI, sigue habiendo dificultades para acceder a determinados puestos en los que los varones intentan mantener prácticamente la exclusividad, no solo en España sino también en otros países. Pero, de igual modo, se han alcanzado grandes logros gracias a la resiliencia femenina. A pesar de que quede mucho por hacer, me siento orgullosa de que haya personas como usted a la que me gustaría dar las gracias por muchas cosas: por la labor que hace, por el amor y la defensa a su patria, por su generosidad hacia los demás, por luchar sin descanso, por su enorme tenacidad y fortaleza, pero, principalmente, por no rendirse nunca. Es un gran ejemplo para mí y espero poder conocerla algún día. ¡A sus órdenes!


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